Así termina el primer capítulo del segundo libro de Manolito Gafotas. En él se propone contar su azarosa vida.
Tranquilos, que no es esa mi intención. Eso sí, me viene que ni pintada la frase, porque esto es sólo el principio de un proyecto que espero que llegue a buen puerto.
A buen puerto quería llegar el Lazarillo y como él (¡cómo no!) nosotros.
Tripulantes del Bergantí, sin vosotros el barco no puede salir a navegar. Sin vuestra participación el velero puede zozobrar y hundirse. ¡Os animo a subir a bordo y a compartir ideas, inquietudes, dudas y en fin... todo lo que se os ocurra!
¡Os espero!
